lunes, 29 de julio de 2013

Una historia de champús

Hace un tiempo empecé a probar champús a ver si algunos más especializados a ver si funcionaban mejor, especialmente para reforzar el pelo porque había una época que se me caía bastante. Además, de un tiempo a esta parte ha habido como una especie de revuelo en el mundo de los champús; entre que si los de caballo molaban más, que si los sulfatos, que si pitos que si flautas, dónde fueras a mirar te encontrabas una opinión diferente.

Aprovechando que pedía un tratamiento para reforzar el pelo, el primer chapú "especial" que pedí fue Kérastase Specifique Bain Stimuliste GL Energising Shampoo, un champú específico para la caída del pelo.
Foto: feelunique.com

Lo compré en Feel Unique y cuesta unos 16€ el bote de 250 ml. Es un champú de un color blanco que hace espuma y que se debe masajear, dejar actuar y aclarar. Según promete en el bote, estimula el crecimiento del pelo y mantiene el cuero cabelludo en un buen estado cómo para que el pelo no caiga y crezca más rápido.

Algo que me ha gustado de este champú es que el pelo dura limpio bastantes días aunque no noté ningún efecto especial en referencia al tema de la caída. Aunque me ha dejado bastante contenta no creo que lo vuelva a comprar, por un tema de precio más que nada. Lo veo un poco caro, teniendo en cuenta que por limpieza hay otros que me dejan el pelo limpio por mucho menos.


Al terminar el de Kérastase hice otra compra de champús, queriendo probar otras opciones, y compré un par de los de la gama de Schwarzkopf Professional. En concreto compré uno que era hidratante y otro que prometía controlar el encrespamiento y mejorar el brillo. Los champús de esta gama cuestan entre 10 y 11 euros y los botes contienen 250 ml.

El Schwarzkopf Professional BC Bonacure Moisture Kick Shampoo es un champú hidratante. Al utilizarlo, hace bastante espuma y tiene un olor agradable.

Foto: feelunique.com
Es cierto que este champú deja el pelo hidratado y suave, incluso sin usar acondicionador o mascarilla (cosa rara, porque se me enreda mucho el pelo) pero como defecto tiene que el pelo se ensucia bastante rápido y en menos tiempo que con otros productos da un aspecto de graso.

Lo he recuperado ahora en verano a ver si como efecto para contrarestar el sol y la playa funciona mejor y aunque parece que sí, lo cierto es que tampoco me ha terminado de convencer. A pesar de todo, creo que para gente con pelo muy seco o incluso rizado puede ir bien porque no deja de ser cierto que mete un chute de hidratación y nutrición.


Junto con el champú hidratante compré también el Schwarzkopf Professional BC Bonacure Smooth Shine Shampoo, que se vende como una opción para conseguir un pelo brillante, manejable y sin encrespamiento.
Foto: feelunique.com
Quitando el hecho que el pelo me dura más días limpio que con el hidratante de la misma marca, no he visto un efecto espectacular ni a nivel de brillo ni de reducción del encrespamiento. Un champú sin pena ni gloria, pero que por el precio que tiene esperaba bastante más.

Finalmente, al terminar los anteriores decidí probar uno de los famosos champús sin sulfatos. En muchos blogs, foros, comunidades y demás se habla muy bien de ellos y muchas marcas se están lanzando a sacarlos así que pensé que lo mismo tenían una justificación.

Después de mirar varias opciones decidí probar Unique One, ya que parecía el más popular y lo encontré a 13€, un buen precio (una vez más, en Feel Unique). Según el bote, a pesar de no llevar SLS y otras sustancias similares limpia en profundidad y es un derroche de virtudes.
Foto: feelunique.com
El champú debe masajearse y dejar actuar sobre el cuero cabelludo, para a continuación aclararlo. La primera impresión es buena, el pelo queda limpio (chirria cuando le pasas los dedos) y muy suave, que ni siquiera hace falta utilizar acondicionador o mascarillas.

Hasta aquí muy bien. El problema viene cuando te secas el pelo; queda con un aspecto bastante más apelmazado que con otros champús como si lo llevaras ya sucio. Y la velocidad con la que se engrasa es brutal, al día siguiente parece que no te lo hayas lavado en cuatro días.

Probé con diferentes variables; usando más cantidad, usando menos, masajeando durante un tiempo más largo y dejándolo sobre el cabello más tiempo; secando el pelo al aire y con secador... daba igual, con cualquier variación que hiciera, el pelo queda engrasado y apelmazado.

Al final, después de tanta historia he decidido volver a los champús normales. No me daban problemas de irritación, caspa ni nada similar, me dejan el pelo limpio y encima, salen a un precio más económico. Lo mismo más adelante me da por volver a hacer una ronda de experimentos, aunque se me han quitado las ganas por un buen tiempo.

Edit 18/01/2013: Cuando hablé de los champús que había estado utilizando, el de Uniq One no recibió muy buenas críticas por mi parte porque dejaba el pelo apelmazado y sucio. Tengo que decir que me di cuenta que el problema no era el champú, si no cómo lo utilizaba yo. Este champú requiere un aclarado mucho más concienzudo de lo que necesitan otros, y al darme cuenta de esto, su efecto ha cambiado completamente.
Sigue sin terminar de convencerme, pero a nivel de limpieza está a la par con otros champús con SLS.

domingo, 21 de julio de 2013

Mirror Nail Lacquer de KIKO

Años atrás ya se pusieron de moda los esmaltes metálicos y como todo, han vuelto. Como siempre para una opción más o menos barata y digna suelen estar los de Kiko (entre otros), que yo siempre espero a la época de rebajas para comprar este tipo de colecciones que ya se sabe que acabarán saliendo rebajadas de un modo u otro.

Esta vez me habían llamado mucho la atención la gama de metálicos que sacó Kiko hace algunos meses atrás, ya que además de tener muchos tonos, eran bonitos aunque sean todos tirando a colores pastel. A decir verdad, ya había tenido tonos de este tipo; años atrás un rosa acero muy bonito de Maybelline y también tonos fucsias y bronce de una colección que sacó L'Oreal hace un monton de años (Chrome Shine se llamaba).

Volviendo al tema, a 2,50€ que los habían puesto de rebajas estos de Kiko me parecieron una buena compra (normalmente valen 4.90€). Terminé pillando el tono 622 Wisteria, un lila clarito reminiscente del lila de las glicinas (wisteria = glicina) con unos toques de azul.

Tonos disponibles, y en grande el 622 Wisteria
Al ponérmelo me sorprendió para bien. El esmalte tiene una textura bastante densa pero se puede aplicar fácilmente; al ponerlo sobre la uña queda liso y no hace grumos ni deja líneas si pasáis el pincel más de una vez (aunque teóricamente esté mal hacer eso).

Me sorprendió que fuera tan cubriente, con únicamente una capa un poco generosa queda totalmente opaco sobre la uña. El pincel aunque es más o menos convencional (no tiene formas raras como por ejemplo los del Sephora o los de Chanel) se maneja muy bien, así que aplicar la capa resulta bastante sencillo.

Otra cosa reseñable es lo rápido que seca. Tras haber terminado de pintarme las uñas, las de la mano izquierda (que me las había pintado primero) ya estaban casi secas. Cuando pasaron un par de minutos, la de las mano derecha estaban secas ya también; y el esmalte estaba ya sólido al tacto. Podías tocarlas o rozar con algo que es esmalte ya estaba fijado.

Tengo que decir que cuando usé este esmalte fui bastante a la prisa, así que me lo puse tal cual; ni base, ni top coat ni sprays ni leches; y aún así el acabado es bonito y si tenéis la uña con estrías queda bastante disimulado.

Es cierto que decir que brillan como un espejo es una exageración, el acabado que tienen es más bien tipo metálico. Pero, al menos este que tengo yo, es un tono que destaca bastante y hubo gente que se fijó en el y me comentó lo bonito que les parecía o me preguntaban de qué marca era y dónde lo había comprado.

En general, toda la gama de tonos que ha salido la encuentro bastante discreta. Aunque vuestro trabajo no os permita llevar estridencias en las uñas, y claro que un nude siempre es más disimulado, son tonos que se adaptan a todo.

Sobre la duración, tengo que decir que me duraron tres días bien, y luego el esmalte fue como desgastándose, empezando por la punta de las uñas aunque todavía se veía bastante entero (aunque se notaba que empezaba a estar tocado). Lo cierto es que prefiero que hagan eso a que empiecen a saltar trozos de esmalte, al menos queda más disimulado y menos zarrapastroso hasta que una saca tiempo para quitárselo. Tres días pueden parecer poco, pero como digo, teniendo en cuenta que las pinté a la prisa, sólo una capa y sin nada extra, les vi una duración digna.

Cuando ya le llegó su hora, utilicé un quitaesmaltes de Bourjois sin acetona, comprado un día de oferta porque tampoco tengo especial preferencia por él, y lo pude eliminar completamente de una forma bastante rápida, sin usar demasiado algodón ni quitaesmalte. Se consigue eliminar todos los rastos, incluso en zonas poco accesibles como cerca de las cutículas; y se eliminaron todos los rastros. No deja las uñas manchadas ni quedan restos de ningún tipo.

Y según comentan en su web, no contiene tolueno, alcanfor, dibutilftalato ni formaldehído.

En resumen, que al menos este tono me ha parecido fantástico, a buen precio, una calidad digna y un tono bonito y que llama la atención de la gente. Una buena compra.

martes, 16 de julio de 2013

El jurado número 10 de Reyes Calderón

Últimamente esto parece que se está transformando en un blog de literatura o algo así, pero no; aunque últimamente he estado más leyendo que otra cosa tengo preparadas un par de entradas sobre cosmética para lo que queda de mes.
 
Después del inciso inicial; como había comentado en un post anterior, he pasado a leer libros en castellano porque me harté de estar todo un año leyendo en inglés. Después de la decepción de Brújulas que buscan sonrisas perdidas llegué por azar a este libro, El Jurado Número 10 de Reyes Calderón.



Esta novela fue la ganadora del premio Abogados de Novela 2013 (no sabía que había un concurso de esta temática, existe desde hace cuatro años y está organizado por La Mutualidad de la Abogacía, el Consejo General de la Abogacía Española y Ediciones Martinez Roca) y nos sitúa en un pueblo de tamaño mediano, no identificado, pero posiblemente del sur de España dónde un abogado de pueblo y su secretaria / socia se ven metidos en un buen lío.

Efrén Porcina es un abogado que tras haber sido despedido del despacho dónde estaba haciendo prácticas es convencido por una compañera de trabajo para montar un bufet por cuenta propia dónde Efrén es el abogado y ella, Salomé, la secretaria.

En medio de casos sencillos, sobre todo relacionados con herencias, derecho laboral o temas financieros Efrén se ve metido en un buen lío cuando el novio de Salomé muere en un accidente de coche y descubren que no es quién decía ser.

En una historia por la que veremos a policías corruptos, detectives de medio pelo y hasta a la mafia china, Efrén y Salomé sólo intentan salir vivos del asunto.

Me ha parecido un libro muy entretenido, con un argumento interesante y sobre todo, un final bastante sorprendente. No quiero detallar mucho el argumento porque no me gusta ir soltando spoilers, pero es un libro que recomiendo a cualquiera que le apetezca pasar un buen rato leyendo.

En el libro abundan las frases cortas y el estilo narrativo es rápido y ligero; aunque me ha llamado la atención la forma que tiene la autora de intercalar palabras cultas entre las vulgaridades. A pesar que hay algunas palabras poco comunes es un libro que aunque tiene 512 páginas se lee bastante rápido y no se hace pesado ni a nivel narrativo ni a nivel estilístico.

Es interesante también el detalle que hay en todos los procedimientos legales que se detallan en el libro: juicios, autopsias, elección de jurados, etc. No pretende ser didáctico pero se agradece que la autora sepa sobre lo que escribe y su ambientación en este sentido es muy buena.

A nivel de personajes, no hay demasiados pero el perfil que tenemos de ellos resulta muy completo tanto física como psicológicamente. Por supuesto no todos los personajes caen bien, pero tampoco creo que cuando uno lee un libro deba apreciar a todos los personajes. Algo curioso es que no todos los personajes tienen nombre y algunos reciben sólo apelativos como "Fulano" sin dar mucho detalle sobre su identidad porque tampoco resulta relevante.

Y como comento más arriba, resulta especialmente llamativo el final del libro, una sorpresa para el lector que cierra perfectamente la historia.

En resumen, un libro recomendable que se disfruta leyendo.