lunes, 29 de junio de 2015

Cómo leer un cosmético

Las marcas de cosmética aprovechan cualquier pequeña ventaja para desatar el marketing y convencernos de que sus composiciones son lo más, que la crema nos va a hacer milagros, que usan ingredientes de primera y un montón de historias más que, en el mejor de los casos, son una exageración o directamente mentira.

Hay varias maneras de vender milagros cuando fabricas un cosmético, pero uno de los trucos más habituales es usar reclamos como el uso de algún ingrediente interesante como puede ser el aloe vera, el ácido hialurónico, la miel o cualquier otro compuesto que pueda funcionar bien como argumento de venta.

El problema viene cuando de ese ingrediente se encuentra en una concentración irrisoria, dónde no notaremos ni sus efectos ni sus beneficios. Una manera de darse cuenta de este engaño es echando un vistazo a la composición, ya que estos se escriben en orden de cantidad; cuanto más arriba, más concentración de ese ingrediente.

Tónico de Aloe Vera de The Body Shop con cantidad marginal de aloe
Es por ejemplo muy típico son las cremas que anuncian a bombo y platillo que llevan aloe o aceite de oliva; y luego cuando miras el INCI, ves que aparece apenas al final de la fórmula. Esto no sirve de nada. Si buscas un producto con un ingrediente concreto, lo mejor es fijarse bien de que aparezca al principio del listado.

Por otra parte, algo muy típico también es cobrar precios exagerados por cremas que cuando miras su composición están llenas de ingredientes baratos y de poco valor. Uno de los casos de este tipo que encuentro más sangrantes es el de los productos de La Mer; cremas que cuestan por encima de los 100€ y que contiene aceite mineral y otros tipo de derivados del petróleo (petrolatum y cera microcristalina) además de ingredientes irritantes como lima o eucalipto, todo ello en las primeras posiciones de la fórmula.

Por supuesto, esto no quiere decir que todo lo barato sea mejor, porque como en todo, se compra lo que se paga y en una crema de 3€ no vas a tener una maravilla, pero no significa tampoco que por un precio exorbitante vayas a tener un producto extraordinario.

En resumen, hay que revisar siempre la lista de ingredientes, y ante la duda, hay páginas online como Paula’s Choice, Cosmetics Ingredients o Cosmetics Info que dan información sobre qué es cada componente que encontramos en nuestros cosméticos.


Y tú, ¿revisas las etiquetas de los productos que compras?

sábado, 20 de junio de 2015

El neceser de las vacaciones

No sé el tamaño de vuestra colección de cosmética y maquillaje, pero la mía no es posible llevármela al completo cuando me voy de vacaciones. Por una parte, por lo que ocuparía en la maleta y por otra porque evito al máximo facturar cuando vuelo, así que no me queda más remedio que ceñirme a las ridículas normas sobre líquidos en el equipaje de mano.
Las mini tallas van perfectas para vacaciones
Así que al final no me ha quedado más remedio que hacerme una especie de lista estándar de cosas a llevar, que sigo al pie de la letra para no encontrarme luego que me faltan productos o que por el contrario, llevo media casa encima.

Los imprescindibles del bolso
Hay unos cuantos productos que van siempre en mi bolso, especialmente si tengo que volar (el avión me deja la piel bastante maltrecha). Uno de ellos es bálsamo labial de L’Occitane, del que ya he hablado varias veces, y que es el único que consigue que no baje del avión con los labios cortados.




Otro de los productos indispensables es el agua termal; que ayuda a combatir un poco la falta de humedad ambiental en los aviones y hace que la piel no sufra tanto. Eso sí, que sea el tamaño pequeño (de 50 ml) o no os lo dejarán subir.


Minimizando el maquillaje
Ya, que en vacaciones a una le hacen fotos y que queremos tener buena cara y toda la historia, pero no es necesario cargar con el baúl del maquillaje y la cosmética.

Con eso de que ahora todas las marcas van locas dando muestras, tengo una colección bastante generosa que me sirve para llevar de todo (hidratante, contorno de ojos, protección solar y hasta base) en cómodos sobrecitos.




A nivel de maquillaje, lo mejor es reducir y tener en cuenta dónde vamos. Si el plan es aventuras en naturaleza agreste, a lo mejor no es necesario llevar todo el set de maquillaje. Paletas, productos de doble uso o minitallas son las opciones óptimas para llevar de viaje.


Y nunca, nunca te olvides…
En mi caso, el producto que desde que me lo olvidé la primera vez no lo he vuelto a hacer y del cual llevo el tamaño completo, es el desmaquillador. Otro, es la protección solar, ya que aunque vayamos de vacaciones a ciudad y no pisemos la playa, al estar todo el día al aire libre es necesario protegerse para no acabar igualmente achicharrado.


¿Qué lleváis en el neceser cuando vais de viaje? ¿Viajáis ligeras de equipaje o cargáis la casa a cuestas?

miércoles, 10 de junio de 2015

Menos es más: aceite de rosa mosqueta

A veces menos es más, y un producto simple de un ingrediente sirve para todo; como es el caso del aceite de rosa mosqueta. A casa llegó como tratamiento para atenuar las cicatrices y aprovechando sus propiedades regenerativas ha acabado siendo utilizado como antiarrugas, hidratante, calmante y protector de la piel. Por ejemplo me gusta mucho para usar después de la depilación, porque calma bastante la irritación.

Lo cierto es que si se busca información sobre el aceite de rosa mosqueta, Internet está lleno así que venir a cantar sus beneficios es un poco innecesario.

Algo un poco más complicado, es saber elegir cuál puede ser un buen producto, porque como pasa en todo, hay muchos tipos de calidades y como no vayas con mil ojos cuando compras, sobre todo online, te pueden dar gato por liebre.

En primer lugar, debemos tener en cuenta la manera de obtener el aceite, que puede ser por prensado en frío, por cocción lenta o mediante un proceso de refinado. En el primer caso, el aceite se obtiene simplemente por medios mecánicos, en el segundo se utiliza el calor y en el tercer caso, un solvente que permita extraer el aceite.

Se considera que el mejor método, tanto por evitar impurezas como porque el aceite obtenido conserva sus propiedades beneficiosas, es el prensado en frío, así que este es uno de los puntos importantes a la hora de elegir un buen aceite (y no sólo de rosa mosqueta, esto se aplica en general).

Otro punto muy importante es que el aceite que compremos sea puro. En general, y el de rosa mosqueta en particular, son un producto bastante caro así que a veces se mezclan con otros aceites más baratos (por ejemplo de almendras dulces) o bien artificiales (aceite mineral) para poder bajar los precios.

Finalmente, tenemos que tener en cuenta el packaging; debido a que el aceite se estropea con la luz, lo mejor es comprarlo en botellas oscuras, preferentemente de cristal, que ayudan a mantenerlo en buen estado y sin enranciarse durante más tiempo.




El que estoy utilizando en estos momentos es el de Pranarom (no por nada concreto, si no que la tienda por la que pasé cuando me hacía falta, vendía esta marca) y es procedente de agricultura ecológica. El precio fue sobre los 10€.


¿Utilizáis aceites naturales? ¿Os fijáis en cómo han sido obtenidos y su origen?